¿Crees en la reencarnación?, ¿piensas que después de la muerte no hay nada? Quizás creas más en teorías cuánticas, universos paralelos, o quizás no te lo plantees. Sea como sea, tenemos grandes obras a nuestro alcance que merece la pena leer, ya no como creyente, sino desde el crecimiento personal, la indagación, reflexión y la autorrealización.
Sogyal Rimpoché, en «El libro tibetano de la vida y la muerte», nos habla de los bardos. En este maravilloso libro, (con prólogo del Dalai Lama) el gran maestro de meditación budista, combina la milenaria sabiduría del Tíbet con la moderna investigación sobre la muerte, las personas cercanas a ella y la naturaleza del universo.
Esta majestuosa obra no es sólo una guía espiritual, sino también un manual, un libro de consulta, una fuente de inspiración. En ella se explica con detalle los bardos, que son estados de consciencia. Al profundizar en esta explicación podemos apreciar el profundo conocimiento de los budas sobre la vida y la muerte, así como que una no existe sin la otra.
Para los budas, podemos dividir nuestra existencia en cuatro realidades o bardos: la vida, la agonía y la muerte, el estado posterior a la muerte y el renacimiento.
Aunque la vida sólo esté envuelta en un bardo, es indispensable saber vivir bien, vivir conscientes para un buen morir. También intuimos la importancia del proceso de morir y la trascendencia que le dan a la muerte. Para ellos los cuatro son igual de importantes pues todos ellos son periodos en los que la posibilidad de despertar está presente. Esta posibilidad de liberarnos se presenta de manera continua a lo largo de la vida y la muerte, y las enseñanzas sobre los bardos son la herramienta que nos ayudan a llegar a este despertar.
Por lo tanto, si somos capaces de despertar en el primer bardo, en nuestra vida, el resto de bardos serán mucho más amables para nosotros en su transitar, pues estaremos bajo la iluminación de la consciencia.
Despertar, como ya sabemos, es conocer nuestro ser, contemplar nuestra esencia, conocernos, amarnos, reconocer nuestra alma y, por ende, la de los demás. Es identificar la verdadera libertad del ser, sentir y la responsabilidad que conlleva para uno mismo. La responsabilidad de saber que todos somos uno y uno somos todo, que el universo está dentro de ti.
¿QUIERES CONOCER EL UNIVERSO QUE ERES?, ¿QUIERES DESPERTAR Y SER LIBRE? AQUI ESTAMOS AQUÍ PARA ACOMPAÑARTE EN ESTE PROCESO.